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Mostrando las entradas de febrero, 2021

«Presentación» (fragmento) - Alfredo Di Pietro (1933-2015)

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       1. Para un joven actual, por lo menos en lo que se refiere al panorama habiente en nuestra Argentina, el nombre de Virgilio pasa disimuladamente desapercibido. Apenas si algunos –por supuesto que sin ningún sentimiento de admiración– lo alcanzan a rememorar como «algo aprendido en la secundaria», entremezclado en el recuerdo de una cantidad de nombres que, para el caso de haber sido «aplicados», pudieron adquirir de un enciclopedismo confuso, mal enseñado y peor asimilado. Por ello es que, si ese joven se acerca a la lectura de esta bella obra, podrá resultar en parte sorprendido desde su mismo comienzo. En parte, por el título mismo, de apariencia un tanto pretenciosa, en cuanto hace del poeta latino el «Padre de Occidente», y en parte, por el ardiente consejo que nos trae Haecker en el acápite inicial extraído de un imaginario «Diálogo sobre Europa» donde nos pone a consideración que «en tiempos semejantes», refiriéndose a los actuales, y «antes de que sea tarde, (pensemos)

«La Ceniza» - P. Gabriel de Santa María Magdalena OCD (1893-1952)

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1. – «Eres polvo y al polvo volverás» (Gn. 3, 19). Estas palabras, que el Señor pronunciara por primera vez dirigidas a Adán por razón del pecado cometido, las repite hoy la Iglesia a todo cristiano para recordarle tres verdades fundamentales: su nada, su condición de pecador y la realidad de la muerte. El polvo –la ceniza colocada sobre la cabeza de los fieles–, algo tan ligero que basta un leve soplo de aire para dispersarlo, expresa muy bien cómo el hombre es nada. «Señor... mi existencia cual nada es ante ti» (Sal. 39,6), exclama el salmista. Cómo necesita hacerse añicos el orgullo humano delante de esta verdad. Y es que el hombre por sí mismo no sólo es nada, es también pecador; precisamente él que se sirve de los mismos dones recibidos de Dios para ofenderle. La Iglesia hoy invita a todos sus hijos a inclinar la cabeza para recibir la ceniza en señal de humildad y a pedir perdón por los pecados; al mismo tiempo les recuerda que en pena de sus culpas un día tendrán que volver a

«Lejana despedida» - Enrique Díaz Araujo (1934 – 2021)

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Ha muerto Enrique Díaz Araujo. Ejemplar patriota y nacionalista católico. «Si quieres conocer a un hombre, pregúntale lo que ama» decía San Agustín. Nada mejor, entonces, para comprender su verdadera talla, que este panegírico,  en el cual se ve él mismo reflejado, escrito  con ocasión de la muerte de su tan querido maestro Julio Irazusta. Vaya pues esta publicación en su memoria...      Desde lejos, a destiempo, vengo a despedirte, maestro querido, «hermano de la luz del alba». Con la tinta ensombrecida por el dolor irrestañable, pero también, con la alegre tinta del amor triunfante. El Señor de la Historia te brindó una merecida, rilkeana, muerte propia, a ti, el amante no correspondido de la Argentina. Existió una parábola descrita por el país en medio siglo, desde los días acedos de la crisis ruin hasta el presente de gloria. Falleciste, en efecto, en tu Gualeguaychú natal el 5 de mayo de 1982, cuanto se recibía la noticia del hundimiento del HMS Shefield por la acción de la Fuer

«El 'espíritu de Caseros'» (fragmento) - Atilio García Mellid (1901-1972)

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En un nuevo aniversario de la derrota nacional en la batalla de Caseros...        ¿Qué es Caseros? ¿Cuál es el espíritu de Caseros de que tanto se habla? Porque no hay uno sino varios Caseros en el pronunciamiento de 1852. Hay, primero de todos, el Caseros de los brasileños , ese Caseros con que una potencia extranjera ejecuta un plan perfectamente elaborado en beneficio exclusivo de su propia política nacional . Ese Caseros es una derrota argentina, es la venganza de Ituzaingó. Hay el Caseros del general Urquiza, que es el de la Confederación Argentina y el de las provincias lanzadas a una política de constitución orgánica y federal. Y hay el Caseros porteño , el de los emigrados revanchistas, el de los unitarios y liberales dispuestos a no desperdiciar la oportunidad de someter el país a los intereses mercantiles e ideológicos de la oligarquía portuaria y entregadora . Suponemos que es éste el Caseros al que la historia «oficial» atribuye una importancia y una grandeza excepcion