«La Gran Cartuja» (fragmento) - León Bloy (1846-1917)
[...] Fundada en 1084, la de San Bruno –roble glorioso que cubre el mundo cristiano con su vigorosa frondosidad– es la única entre todas las familias religiosas que ha merecido este testimonio del Papado: «Cartusia nunquam reformata, quia nunquam deformata» ; la orden de los Cartujos, nunca deformada, no ha necesitado jamás ser reformada. En un siglo arrojado como el nuestro a las lampreas o a las morenas de la total anarquía que amenaza convertir al mundo en festín, es por lo menos interesante contemplar ese monumento del pasado cristiano de Europa, único que ha quedado en pie e intacto, sin sacudidas ni máculas, en medio del torrente de los siglos. «¿De dónde proviene eso? –dice un autor cartujo de nuestro tiempo–. De la sabiduría que por rigurosa consecuencia acompaña a las resoluciones del Definitorio, puesto que sus Ordenanzas no obligan sino después de haber sido experimentadas y deben tener la aprobación de aquellos que no las han dictado [...]» Por lo demás, ba