«Revolución de Mayo» - Santiago de Estrada (1908-1985)
El Papa encargó a los Reyes Católicos la conquista de América porque así convenía a la salud espiritual de sus habitantes y de toda la Cristiandad. Carlos V y los Habsburgo desempeñaron correctamente su misión. Los Borbones, inspirados en la monarquía francesa del siglo XVII, olvidaron su carácter de simples delegados para arrogarse facultades que no tenían; el mal ejemplo cundió entre los súbditos, y cada peninsular pretendió erigirse en amo de América como claramente los expresó el Obispo en 1810. La vista de las riquezas del suelo americano hizo olvidar también a España que su noble misión era extender el Reino de Cristo en la tierra; Alejandro VI no se propuso, por cierto, satisfacer la insaciable sed de oro de los comerciantes peninsulares. Sin embargo, América vino a convertirse en un vasto mercado colonial del cual los españoles eran los únicos amos, compradores y capitalistas; toda la economía fue paulatinamente orientándose en su provecho. El bien común, cuya prosecución es