«Tres siglos de Cristiandad» (fragmento) - Daniel-Rops (Henri Petiot) (1901-1965)

«Del mismo modo que la savia brota en la primavera por todas partes, todo pareció así germinar entonces en aquel suelo bautizado por Cristo, para extenderse luego en abundantes floraciones». Un fresco florentino En una de las paredes de la sala capitular del convento dominico de Santa María Novella , de Florencia, hay un fresco ante el cual pasan de prisa la mayoría de los visitantes y que se presta, sin embargo, a una meditación inagotable. Lo llaman el fresco de los «Perros de Dios», a causa de unos mastines blanquinegros que vemos pelear contra una manada de lobos, en la parte inferior del cuadro; pero, en verdad, significa algo más que el combate que los «Domini canes» –los hijos de Santo Domingo–, mantienen contra el aterrador tropel de tentaciones, pecados y herejías que merodean constantemente, alrededor de la pobre Humanidad. Su autor, Andrea da Firenze, no fue un maestro de primer orden; su obra no puede compararse con los Duccio, los Ghirlandaio, los Orcagna ...