«La Regla de San Benito» - Godofredo Kurth (1847-1916)

«...esta sublime elevación del ideal monástico fue lo que apasionó entre los bárbaros a las almas escogidas; se dejaron seducir por el lado heroico de una vida tan nueva y tan extraña, y sin regatear con el Dios que les llamaba, se dieron por entero a Él con el ardor de su entusiasmo juvenil». [...] El verdadero patriarca de los monasterios de Occidente fue San Benito. Su regla era la más sabi a que había aparecido; se distinguía por un raro carácter de prudencia y de buen sentido, y por la perfecta comprensión de todas las necesidades, y también de todas las debilidades, del alma humana. Austera, y exigiendo de parte del hombre esfuerzos vigorosos, guardábase sin embargo de sacrificar nada a los excesos peligrosos de un entusiasmo irreflexivo, no queriendo ser más que un pequeño comienzo de la vida cristiana [1] . Todos sus preceptos se hallaban dominados por la gran preocupación del perfeccionamiento del individuo. Así llegó a sustituir a las demás legislaciones monásticas de modo t...