Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2021

«Doctrina del Liberalismo sobre la Libertad» - S. S. León XIII (1810-1903)

Imagen
[…]      11. Si los que a cada paso hablan de la libertad entendieran por tal la libertad buena y legítima que acabamos de describir, nadie osaría acusar a la Iglesia, con el injusto reproche que le hacen, de ser enemiga de la libertad de los individuos y de la libertad del Estado. Pero son ya muchos los que, imitando a Lucifer, del cual es aquella criminal expresión: No serviré [1] , entienden por libertad lo que es una pura y absurda licencia. Tales son los partidarios de ese sistema tan extendido y poderoso, y que, tomando el nombre de la misma libertad, se llaman a sí mismos liberales . Liberalismo de primer grado     12. El naturalismo o racionalismo en la filosofía coincide con el liberalismo en la moral y en la política, pues los seguidores del liberalismo aplican a la moral y a la práctica de la vida los mismos principios que establecen los defensores del naturalismo . Ahora bien: el principio fundamental de todo el racionalismo es la soberanía de la razón humana,

«Humildad y Soberbia» - Josef Pieper (1904-1997)

Imagen
Humildad como forma fundamental de la templanza            Una de las cosas en que el hombre, por instinto natural,  procura hallar el logro de sí mismo es la tendencia a sobresalir, el demostrar superioridad, categoría y preeminencia [1] . La virtud de la templanza, en cuanto aplicada a ese instinto para someterlo a los dictados de la razón, se llama humildad. Esta consiste en que el hombre se tenga por lo que realmente es [2] . Con esto está ya dicho lo fundamental sobre esta virtud. Por eso resulta difícil entender el que se haya discutido tanto sobre ella. Claro que hay que tener en cuenta los esfuerzos del diablo para destruir en las almas la fisonomía delicada de esta virtud, tan esencial para la perfección cristiana. Pero si prescindimos de esto, hay que admitir un oscurecimiento del concepto de humildad en la conciencia cristiana, para explicarnos tanta discusión sobre su verdadero alcance y contenido. En todo el tratado de Santo Tomás sobre la humildad y la soberbia no s

«La Cuarta Guerra» - Aníbal D’Angelo Rodríguez (1927-2015)

Imagen
Terminado el entreacto de la llamada «guerra fría» ya no queda otro conflicto importante más que el del progresismo vs. el cristianismo. La geopolítica y las especialísimas circunstancias del Medio Oriente complicaron el panorama haciendo surgir lo que se ha llamado «choque de civilizaciones» o «guerra antiterrorista» . Nombres ambos que describen parcial y equívocamente un conflicto provocado, en lo sustancial, por la presencia de Israel en medio de un mar árabe-islámico. A los historiadores del futuro les costará creer la creación de la patria de los judíos mediante un procedimiento que contrariaba todas las normas que los dueños del mundo decían respetar y que habían sido expresamente presentadas como objetivo de guerra en la Carta del Atlántico, en 1940 ( «compromiso de que no habrá cambios territoriales que no coincidan con los deseos libremente expresados de los pueblos afectados» ). Pero este conflicto es el central sólo desde el punto de vista de las situaciones de poder y

«El nuevo Adán y la nueva humanidad» - Johannes Pinsk (1891-1957)

Imagen
Con la presente publicación, «Decíamos Ayer...» desea a sus lectores una muy feliz y santa Pascua de Resurrección. La fe en la Resurrección de Nuestro Señor no se agota en lo que conocemos y confesamos: Jesús de Nazaret, nacido de María Virgen, crucificado y muerto bajo Poncio Pilato, enterrado en el Gólgota, en el sepulcro de José de Arimatea, sale vivo, al tercer día, de este mismo sepulcro, con el mismo cuerpo con que fue clavado en la Cruz. En  efecto, este acontecimiento terminantemente categórico e histórico es, en su realidad, de tanto fundamento para la actual predicación cristiana, que toda disertación sobre Cristo queda sin sentido y toda la fe en Él pierde valor si no ha resucitado. La total existencia cristiana queda nula sin la Resurrección del Señor, porque se basa en esencia en la remisión del pecado, y no se habrá dado tal cosa si el cuerpo humano de Cristo ha continuado en la muerte y en el sepulcro. Así, sobra la fe cristiana sin la perseverancia creyente en la Re

«Redención de Cristo y Corredención de María» - Fray Alberto García Vieyra O.P. (1912-1985)

Imagen
En vísperas de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo,   «Decíamos ayer...» quiere destacar el privilegiado papel de la Santísima Virgen María como CORREDENTORA del género humano.  Aquí va, entonces,  un fragmento de este excelente trabajo del P. García Vieyra . Su texto completo –cuya lectura recomendamos vivamente– se podrá descargar al pie de la página. [...] 3. La compasión de María Sin hablar aún de co-redención, San Alberto Magno [1] interpreta el papel de María en la obra redentora de su Hijo, a través de ciertas expresiones de la Escritura. Glosemos sus palabras. Se le aplica a María, sobre todo cuando se la contempla junto a la Cruz, la expresión «mar de amargura». No un mar tempestuoso e inquieto, sino lleno de aguas de piedad y misericordia. Pareciera un contrasentido poner en el nombre de María una referencia a la amargura. El dolor, la amargura, es pena del pecado. A la Santísima Virgen se le debe la alegría de la bendición: ¡alégrate!... ¡Bendita entre