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«Preludio» - Ramiro de Maeztu (1874-1936)

«...En nuestras almas de hombres habla la voz de nuestros padres, que nos llama al porvenir por que lucharon. Y aunque nos duele España, y nos ha de doler aún más en esta obra, todavía es mejor que nos duela ella que dolernos nosotros de no ponernos a hacer lo que debemos».   Esta introducción fue publicada el 15 de diciembre de 1931 como artículo-programa de la revista «Acción Española». Un jurado benévolo la escogió para el premio «Luca de Tena» de aquel año. Al recogerla con el asenso de la revista donde vieron la luz primera los más de los trabajos de este libro, la he llamado «Preludio», porque esta palabra no significa meramente lo que da principio a una cosa, sino que sugiere también, por su uso musical, que se trata de un comienzo especialísimo, en el que se anuncian los temas que van a desarrollarse en el curso de la obra. España es una encina media sofocada por la yedra. La yedra es tan frondosa, y se ve la encina tan arrugada y encogida, que a ratos parece que el ser d...

«El significado de la canonización de Pío X» - P. Julio Meinvielle (1905-1973)

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 21 de agosto: festividad de San Pío X. «No, la civilización no está por inventarse ni la ciudad nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la ciudad católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad:  omnia instaurare in Christo » A los cuarenta años de su muerte, Pío X acaba de ser canonizado. Todavía están presentes en el escenario del mundo muchos que fueran testigos del fuego ardiente de su fe y de su caridad. Pío X fue un santo. Y el secreto de su santidad fue la Fe. «Nada había más natural a sus ojos que lo sobrenatural. Creía como respiraba, porque de tal suerte, Dios le era sensible. El mundo de la Fe le era familiar, y se movía en él con comodidad, mientras que el mundo, así solo, donde iba a vivir y actuar, debía permanecerle extraño, o al menos le parecía tal, porque...

«Clarividencia política de San Martín» - Alberto Ezcurra Medrano (1909-1982)

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«El liberalismo hubiese preferido que San Martín ocultara sus opiniones políticas, para así crear la leyenda de un libertador demócrata y liberal...» Si nadie discute el genio militar de San Martín, no ocurre lo mismo con su genio político. Paul Groussac, historiador cuyos méritos no impiden que sus juicios sean a veces apasionados e inexactos, ha escrito lo siguiente: «Nadie conoce íntimamente a San Martín; sólo nos es familiar su actitud ecuestre: la marcial figura del guerrero eternamente montado y en su arreo de batalla. Faltaría apearle para inducir o conjeturar lo que la inteligencia y el carácter del gobernante hubieran dado de sí, una vez trasladado el libertador de Chile y protector del Perú a la Fortaleza de Buenos Aires que apenas había visto. Pero podemos inferir con certidumbre casi absoluta que las exigencias del mando político habrían sido superiores a sus aptitudes de político. Su renuncia fue una confesión de impotencia, y el que se mostró incapaz de mantener el orden ...

«Poema de las Invasiones Inglesas» - Ignacio B. Anzoátegui (1905-1978)

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En un nuevo aniversario de la gloriosa reconquista de Buenos Aires del 12 de agosto de 1806, vayan estas letras en homenaje de aquellos combatientes que hicieron posible el triunfo de nuestra Fe frente al hereje invasor inglés. ¡Ay la ciudad abierta! ¡Ay la ciudad confiada que saca por la noche, para hamacar la luna, sus sillas a la puerta! ¡Ay de ti, Buenos Aires, que llega a pretenderte, con sus ojos azules y su piratería El visitante rubio que ni siquiera sabe saludarte llamando: «Ave María»! Pero ¿acaso podía triunfar contra el destino de la ciudad predestinada Toda la piratería y los ojos azules de la gringada? (Dicen que les decían gringos porque, curándose en salud, Añoraban sus tierras por anticipado cantando unas canciones que empezaban: Green good). Ellos venían a conquistar una colonia perdida en cualquier parte de cualquier hemisferio, Y nosotros éramos nada menos que la avanzada –la incómoda avanzada– de un Imperio. Ellos traían sus uniformes colorinches, de esos que se al...

«El último día de un mártir» - Juan Carlos Goyeneche (1913-1982)

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Este 6 de agosto se cumplen 150 años del martirio de Don Gabriel García Moreno, cuya causa para llegar a los altares se encuentra inexplicablemente estancada. V ayan pues en su memoria y como homenaje, estas espléndidas líneas que fueron escritas al cumplirse el centenario de tan vil asesinato.   A la memoria de los profesores Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri, que donaron su sangre generosa por el honor de Dios y la grandeza de la Patria. «¡Señor, da a cada uno su propia muerte!». Rainer María Rilke        U n hombre no es totalmente un hombre, escribió Ortega y Gasset en un artículo de juventud, si no tiene en su espíritu algo por lo que está dispuesto a morir. No hay hombre cabal, es cierto, si no siente latir en su interior un ideal por el que esté resuelto a dar la vida. Y Rainer María Rilke, el poeta de la propia muerte, dice que todo hombre construye, día a día, con minucia, entre aspiraciones, renuncias y afanes, la muerte que coronará la...